domingo, 9 de marzo de 2014

Miedo y Duda Razonables






Percibía el bullicioso ruido que procedía del café, se filtraba desde el  pasillo que conducía a su camerino, penetrando por la puerta , hasta llegar a sus oídos, escuchaba el murmullo ajetreado de los asistentes , como si él mismo se encontrase entre ellos.
Hasta entonces , no había experimentado ese miedo escénico del que otros compañeros le habían hablado, ahora si, en su gran noche, entendió lo que esa manida frase significaba. Hubiera preferido no ser consciente ,  sabedor al tiempo, que esa circunstancia no sería  posible.

Repasaba mentalmente  una y otra vez  en su cabeza, todos los números que  había programado,  estaba  bastante nervioso, muy  impaciente, con ganas de encaramarse  al escenario, actuar  quedándose satisfecho.
Temeroso, por otra parte, deseaba salir corriendo, como alma que lleva el diablo, aunque era demasiado tarde para escapar, acababan de comunicarle que restaban cinco minutos para salir a escena.

Había cuidado meticulosamente su vestuario, el maquillaje, ensayando su porte segura hasta la saciedad,  practicando los juegos de magia que iba  a presentar  llegando a conocerlos de memoria, sin embargo no había contado con ese sentimiento dubitativo que le invadía implacablemente.

¡Qué  contratiempo!, no había previsto que  las dudas de un mago pudieran manifestarse en momento tan inoportuno, imaginaba que la indecisión era una reacción  lógica , añadida  a la  condición  de artista, ante el respeto que imprime un público que  reclama siempre un buen espectáculo.

Pero que fueran a presentarse justamente en los instantes previos a la que debía ser su actuación estelar, le superaba. Como mago nobel que era, esas inseguridades de  recién estrenado, le turbaban su serenidad.
Estaba confuso, no era capaz de recordar si había dispuesto que el primer truco fuera el de las cartas, continuando con el de las palomas, o  si directamente empezaba haciendo desaparecer mágicamente a su ayudante, para así impactar al espectador. ¿ Cómo era el principio?, o bien era  a la inversa…......

¡Cielos!, no habría olvidado  la chistera  de terciopelo, o el manto de seda con el que ocultaba el baúl de las desapariciones, súbitamente pensó  en quien le habría mandado a él meterse en tal tesitura, o por cuales artes de magia, nunca mejor dicho, podría salir venturoso de la situación.

Ante estas cavilaciones se debatía, cuando encaminándose entre bambalinas , el presentador anunciaba su nombre , se levantaba el telón,  sin remedio alguno. Se produjo un elocuente silencio, prosiguieron los aplausos , ansiados aplausos , el antídoto a su malestar.
El rictus serio de su rostro se fue recomponiendo, su mirada  recuperaba  su luminosidad, esbozaba una amplia sonrisa, contundente en sus pasos.

Se iniciaba su transformación, los nervios se difuminaban sigilosamente, la energía se materializaba en todo él, razonablemente tornaba a la calma, con ella todas las dudas de un mago se desvanecían, se sentía preparado, sabía que rozaría el éxito.

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