En mis dedos los anillos del
recuerdo, en mis muñecas las pulseras del pasado.
Posesiones , casi nunca poseídas
,que nos acompañan a lo largo de los años, muchas de ellas sólo adjudicatarias
de un sencillo valor sentimental. Nos rememoran un acontecimiento importante de
nuestras vidas, nos traen a la memoria
el regalo de amores comedidos o desmesurados, nos evocan momentos inolvidables en
el poso reposado de un tiempo ya vivido.
Anillos y pulseras en el ropero de
mis sentimientos, con los que engalano la piel que me envuelve, con la seguridad del
afecto en ellos depositado, en la dicha de mostrarlos, mostrándome.
Aquellos anillos......sello rojo, rubí de antaño de mi abuelo ausente, cuya herencia se convierte ahora en una joya.
Aquellos anillos......oro blanco , alianza delicada con el
que me desposara, un verano caluroso al hombre anhelado.
Aquellos anillos......de plástico colorido, imposible de
encajar acertadamente, obsequio en las
bolsas de patatas que compartía en tarde
de juegos con amigas de niñez.
Aquellas pulseras......plateadas,
entrelazadas, inseparables, de la juventud
de mi madre que siempre van conmigo, en movimiento acompasado, vivas.
Aquellas pulseras......llamativas, compradas
a última hora o prestadas ,tan vistosas en las ferias de primavera, a juego con
peineta, divertidas.
Aquellas pulseras......de reluciente
oro, presentes de mimo y dulzura, que me dieron la bienvenida como recién nacida, símbolo de infinito
amor, para el comienzo del camino.
Anillos y pulseras que portamos con
orgullo, que lucimos con empaque, que contemplamos con admiración, que sentimos
con nostalgia.
Acaso deberíamos todos atesorar algo de lo referido, así lo
creo............
Alhajas del alma , del recuerdo, del pasado.
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