Tendido en
el lecho, habría de imaginar tu silueta en la penumbra, mi respiración agitada
desea recobrar el oxígeno que le falta, para aceptar el hecho demoledor de tu
distancia.
El tiempo no
pasa; no se suceden las agujas en la esfera del reloj, no existe el relevo
entre ellas, en desidia se adormecen para no concederme el beneplácito del
tiempo vencido.
Son eternas
el transcurrir de las semanas, consumida la paciencia en la que no tengo el
placer de encontrarte ; de rozar tu piel y habitar en ella.
Mas como un castigo implacable que no logro entender, tu ser me parece un enigma indescifrable, impreciso, improbable .Muy lejano.
El desasosiego puebla mis noches en tenebrosa soledad y mis días prisioneros en cárceles de deseos no atrapados.
Mas como un castigo implacable que no logro entender, tu ser me parece un enigma indescifrable, impreciso, improbable .Muy lejano.
El desasosiego puebla mis noches en tenebrosa soledad y mis días prisioneros en cárceles de deseos no atrapados.
Esa
geometría del espacio de tu cuerpo que no puedo palpar, impide satisfacerme
de todos tus gozos, en esas cuatro
dimensiones en las que quisiera sumergirme contigo.
Llegaste a
mí, sin darme cuenta; en una vida sin sobresaltos ,en una cabeza bien cobijada,
para después de forma irreverente, ponerlo todo patas arriba. Y así…….. camino alborotada.
Mi sentimiento es torrente, ya todos mis ríos
son mares, sin tabla de salvación,
abocada al naufragio. Porque sé que aunque
quisieras , tus manos no construyen esos puentes que me ayuden a cruzar,
ni gobiernan embarcación alguna en la que poder navegar .
Avanzo sin
fronteras, con el miedo tangible a lo desconocido, con la pérdida de mi lógica
razón; asida a tu amarre desbaratador
que no renuncia a soltarme.
Sí…..,
laberíntica geometría , esa geometría de tu cuerpo que no calculo
matemáticamente en la pizarra de mi
memoria, la misma de la que me resisto a huir, siendo perdición certera en
tantas horas veladas.