jueves, 23 de enero de 2014

Ella



  
Su sonrisa iluminando estancias en lugares infinitos.
Sus ojos negros azabache resplandeciendo en la oscuridad.
Su tersa piel tostada de estío.
Sus aretes plateados revoloteando entre su pelo.
Su memoria en distancias que profieren otras épocas.
Su belleza inquieta enredando su porte mediterráneo.
Su ser traslúcido a trasluz de otros.
Sus pensamientos claros en múltiples ideas.
Eso todo, es ella, seductora, vivaz, hermosa.
Mecida por los vientos del océano.
Susurrada, por las lunas de la noche.
 
Anhelándote, te siento.
Amándote, te tengo.

Hasta cuando tropiece la luz de nuestro retorno.
Ella cobijándose en las tramas de mi alma.



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