lunes, 9 de junio de 2014

Sin desear el Sueño


  

Caminaba por la estancia sobresaltada, ansiosa, le faltaba espacio, angustiada recorría de arriba abajo, de abajo a arriba los escasos metros cuadrados de la habitación.
Dudaba en desvestirse , en desmaquillarse, o  ponerse el pijama ,sabiendo que no se retiraría a dormir, contemplaba el lecho como un desafío temeroso, como el enemigo declarado de  sus noches en vela.
Abriendo la puerta  despacio, un hálito frío e inhóspito provenía del corredor, la visión del mismo la perturbaba , un camino demasiado largo ,estrecho , en penumbra, con una oscuridad que parecía no tener fin.
Tendría que decidirse, había olvidado apagar la luz del salón , no podría dejarla  encendida toda la madrugada, tal vez podría ver alguna película de cine clásico que tanto le gustaban sentada en el sofá, pero se arriesgaba a quedarse dormida , y eso no , eso era lo último…
Tal vez intentaría aproximarse a la cocina y preparar algo de comer , pero además de haber cenado ya, no tenía demasiado hambre.
Empezaba a  sentirse angustiada , pensando una y otra vez en el truco para engañarse, se le ocurrió la idea de dar  un paseo, pero era ya pasada la medianoche, hacía frío, no sabría adónde ir, salir al exterior era para ella igualmente inquietante.
Optaría  por continuar con la  lectura de su libro, leyendo lograba calmar ese miedo terrible que la convertía dualmente en  prisionera del sueño, fugitiva de sus sueños. Concentrada en leer, su mente se apaciguaría, sus ojos se cerrarían sin percatarse, sin ser consciente , sin sufrir pesadillas.
Una noche más ,con la llegada del  alba burlaría su hipnofobia  llegando a vencer su fobia al sueño, aunque solo fuera provisionalmente por aquella noche.



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