lunes, 14 de julio de 2014

Sin Tregua


Cabalgando sobre tus muslos
se deslizaba mi húmedo cuerpo.
Mis gemidos rasgaban el silencio.

La voluntad de mi piel confundida,
desatada en una nada etérea.
Tu roce demente me quemaba.

Locura de un fuego ardiente
abrasando mis ocultas profundidades,
en éxtasis,prisionera en tu desvarío.

Trotaba en ti sin mesura tangible
poseída por tu salvaje deseo,
perdiendo mi conciencia inexacta.

Como furia volcánica.
Como huracán destructor.
Me penetrabas.

Devastando todas mis razones,
ahogada en  tu boca,
anegada en tus fluidos.

Rendida sin tregua  posible
a la batalla imposible de  tu sexo.
Tan recóndito , en el ánfora de mi pasión.









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