En esta
noche templada de estío,
poseo
los desvanes de mi inteligencia vacíos.
Busco
ideas que no encuentro,
deseo
inspiración sublime que no llega.
Faltándome las palabras como si me faltase el
aliento,
el desasosiego vence a mi turbación .
Y no
hallo verso que sucumba en mi garganta,
ni
melodías versadas que susurren a mi oído.
Vueltas
, a vueltas… en el almacén de mis opiniones,
deteniéndome
en cajones fríos, estériles.
Una
ausencia que me mantiene en la vigilia,
en la sinrazón fatal e imprevisible.
Mis entendimientos perdidos ,furtivos,
desaparecidos.
Una morada
necesito, alejarme de cualquier zozobra.
Recuperar
mis instintos ,sucumbir a la emoción.
Confiar
en un renacer.
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