miércoles, 29 de enero de 2014

Seducción a Dos





La yema de sus dedos sigilosos se deslizaba  por el contorno de su silueta, sentía una pasión incontenible en la total dimensión de su cuerpo, como si fuese inevitablemente a perecer quemada, entre las llamas.
Su mirada desafiante clavada en sus ojos, fingía no percibirla, pero era un imposible, ansiaba aquellos labios carnosos que perturbaban  día a día su existencia.

Tal era la  fatal atracción que experimentaba por aquel hombre, que con tan sólo alguna de sus caricias su ser al completo  se estremecía, ningún otro pensamiento en su mente, que permanecer a su lado  en la oscuridad de la noche.
Con sus cálidos susurros su voluntad se doblegaba a sus antojos. Ya no reconocía  ni el espacio , ni el tiempo que la rodeaban, confundiéndose en su entender ,sucumbiendo sin remedio alguno en ese fuego eterno, quemándose una y otra vez, entre las llamas.

En aquel anochecer,  le esperaba sobresaltada ,   más  nerviosa que de costumbre, su instinto le hacía pensar  que sucedería algo inesperado, acechaba un mal presentimiento.

Súbitamente, golpeaban insistentemente en la entrada principal, agitada dirigió sus pasos hasta el umbral , el recorrido por el pasillo le pareció interminable , temblorosa abrió la puerta.
Ante ella una mujer de mediana edad,  con tez pálida, frágil ,  inmóvil , incapaz de  articular palabra alguna, la visión perdida , enrojecida, seguramente por un llanto incontrolable.
Ambas frente a frente, permanecieron en un rotundo silencio por unos momentos, no sabían que decirse, hasta que aquella  desconocida ,  se decidió a hablar.


 Sé ,que no sabes quién soy y que tal vez no debiera haber venido, pero ya no tiene demasiada importancia. Eso creo al menos.....
Hace mucho tiempo que conozco tu locura, ya que es también la mía, sé de tus desasosiegos porque son también los míos, sé de tu alma sin rumbo,  de tu ardiente deseo, de tus actos sin mando, iguales a los que yo sobrellevo.

No debes esperarle más ,  ya no regresará más, del mismo amor turbulento que hemos compartido ,  empezaremos a experimentar la misma ausencia terrible, se nos ha ido para siempre, el placer de los sentidos.
Esta mañana, al alba  han encontrado su embarcación a la deriva sin ningún tripulante a bordo, el fuerte temporal la ha hecho zozobrar,  como ahora se ahogarán nuestros corazones, sin consuelo posible. En lágrimas de un mar furioso.
Sobreviviremos , entre las llamas, no  las de la  pasión desenfrenada, si no las del inmenso dolor.

Con certeza, hemos perdido el mismo gozo extremo,  nos  hemos quedado sin amante anhelado, sin retorno el roce de su piel con la nuestra,  los abrazos callados, sus palabras seductoras ,su porte galante, su hechizo.



Después de aquellas palabras, cabizbaja ella,  se alejó apresuradamente escaleras abajo, desapareciendo instantes después.
Sintió un vacío indescriptible, desmesurado, aunque en realidad siempre supo que aquella sinrazón sería efímera en el devenir, como intensa en su disfrute, con el convencimiento de no encontrar nunca buen puerto al que arribar.
Sus reflexiones desembocaron en una poderosa conclusión, que nunca les  perteneció a ninguna de las dos, así pues,  como ser rivales en el presente sin haberlo sido  en el pasado, carecía de sentido o finalidad.

El, había amado sobremanera su firmeza independiente por encima de todo, de ellas mismas , fue tenazmente  libre. Vivió y murió con la misma libertad que poseen el indomable viento o las olas desatadas de los mares  y lo inmenso de sus propios horizontes, que los divinizan.

Ya tan sólo les restaría su recuerdo.


1 comentario:

  1. Me has tenido sin pestañear, dos mujeres unidas por el mismo amor y la misma pasión. Me ha encantado

    ResponderEliminar